Riesgo por caída de árboles

El viento es el aire que se desplaza espacialmente en diferentes direcciones a favor de las variaciones de presión en la atmósfera. Estos cambios de presión suelen ser consecuencia de cambios en la temperatura de las distintas superficies de un terreno por su diferente insolación (solana y umbría, valle y ladera) o de diferente naturaleza (mar y tierra) o debidos al paso de un frente o generación de borrascas.

Los vientos con velocidades por encima de 40 km/h (muy habituales en las tormentas) pueden ocasionar la caída de arbolado que presente factores desfavorables (enfermo, raíces muy superficiales, elevada relación biomasa aérea / biomasa subterránea, etc.).

Para caracterizar la situación frente al riesgo por caída de arbolado se tienen en cuenta los siguientes factores:

  • Estado sanitario y
  • Esbeltez y altura del árbol
  • Especie y crecimiento del árbol
  • Sistema radicular y substrato
  • Situación orográfica y régimen local de vientos
  • Arquitectura del árbol y conformación
  • Historial selvícola del árbol