El príncipe Juan Friso de Holanda, que quedó sepultado durante unos 23 minutos por una avalancha de nieve en Lech (Austria) el viernes pasado mientras esquiaba fuera de pista, podría no recobrar jamás la conciencia al sufrir masivos daños cerebrales por permanecer demasiado tiempo sin recibir oxígeno. Así informó a la prensa este mediodía el equipo médico que le atiende desde el día del accidente en la clínica universitaria de Innsbruck.

Noticia completa: www.elpais.com